Libro. 101 Experiencias de filosofía cotidiana - Fitness fiosófico
Autor: Roger-Pol Droit
Traducción: Esther Andrés
Ilustrador de cubierta: Olga Capdevila
Tapa blanda
336 Páginas
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Di tu nombre en voz alta, en una habitación vacía.
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Viaja en tren sin fijar un destino.
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Imagina que el mundo acaba en veinte segundos.
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Mata a alguien con la imaginación.
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Imagina un romance con aquella persona del metro.
«Pensar no basta; hay que pensar en algo», decía el compatriota de Roger-Pol Droit Jules Renard. Quién sabe si el autor de Pelo de zanahoria influyó en nuestro filósofo de cabecera, pero qué duda cabe de que se ha aplicado el principio y que, además, se ha afanado en que nos lo apliquemos todos. Con una treintena de libros publicados y traducidos a una veintena de lenguas, Roger-Pol Droit es uno de los divulgadores de filosofía más populares de Francia. No solo eso, sino que buena parte de sus trabajos —y 101 experiencias de filosofía cotidiana es un gran ejemplo de ello— tienen como objetivo mostrar a los lectores maneras de enfocar críticamente el pensamiento, hallar las preguntas pertinentes y discernir si las respuestas que encontramos son válidas o no, verdaderas o falsas. El método es la base de todo conocimiento, pero también una valiosa enseñanza para la vida. «Para mí, la filosofía no consiste solamente en descubrir ideas, sino en ponerlas a prueba», ha dicho el autor. Él, además, lo hace con un estilo ciertamente sencillo —que no simple—, imaginativo y poético que ha conseguido labrarse una buena legión de incondicionales.
Profesor, investigador y colaborador en diversos medios de comunicación —entre ellos Le Monde, Le Point y Les Echos—, Roger-Pol Droit es autor, entre otros libros, de Las religiones explicadas a mi hija, Genealogía de los bárbaros: historia de la inhumanidad, Una breve historia de la filosofía, La ética explicada a todo el mundo y Pequeñas experiencias de filosofía entre amigos: romper los códigos de la vida cotidiana. 101 experiencias de filosofía cotidiana, este viaje al grado cero de la filosofía, que como ya sabían Platón y Aristóteles no es otro que el asombro, ha sido su mayor éxito en Francia.