

Oscar A. Zapata
El juego cumple un rol esencial en la formación de la personalidad y es de gran importancia para el desarrollo de la inteligencia, como lo han demostrado teóricos tan eminentes como H. Wallon y Jean Piaget. Sirve tambi´ne como equilibrio de la afectividad y permite al niño su socialización y la incorporación de su identidad social.
Por todas estas razones, y como lo demuestra el autor de la presente obra, el juego se constituye como una herramienta operativa que brindan amplias posibilidades a la práctica educativa, como un elemento renovador de la enmseñanza y como medio para el aprendizaje que posibilita el desarroll integral del niño.
La columna vertebral de este libro se ha realizado desde la visión de la psicología genética y es precisamente en esa misma corriente donde se basa la práctica didáctica que aquí se sugiere.