CUADERNILLO 78. ROMA AL FINAL DE LA VÍA

 “Pocos hombres —dice Conchi León en su presentación de la obra— pueden escribir personajes femeninos que no suenen inventados [...] aunque hay autores maravillosos, como Federico García Lorca, que describía esas mujeres que hablaban desde las entrañas y con las cuales nos identificamos tanto. Eso sentí al leer Roma al final de la vía de Daniel Serrano, quien nos [...] regala una ventana al universo femenino con poesía y rudeza. Son solo dos mujeres que sueñan, que intentan salir de su pequeño círculo y ante ellas se abren las vías del tren como la posibilidad de descubrir nuevos caminos”.